
En una emergencia, los niños son uno de los grupos más vulnerables. Su limitada capacidad para comprender la situación, su dependencia total de los adultos y sus necesidades físicas y emocionales específicas hacen que requieran un plan adaptado. Esto hace que sea necesaria una preparación para niños ante emergencias o supervivencia.
Esta checklist no solo te ayudará a preparar un kit de emergencia infantil, sino que también te dará pautas para mantener su seguridad, reducir su ansiedad y garantizar que tengan lo necesario en todo momento.
1. Kit de emergencia infantil
El kit debe ser ligero y fácil de transportar, adaptado a la edad y a la capacidad física del niño. Un kit de emergencia para niños incluye:
- Agua potable en botella ligera.
- Alimentos no perecederos y fáciles de abrir (barritas, galletas, fruta deshidratada).
- Ropa de recambio: camiseta, pantalón, ropa interior y calcetines.
- Prenda de abrigo y gorro.
- Manta térmica.
- Linterna pequeña con pilas de repuesto.
- Peluche o juguete para apoyo emocional.
- Tarjeta o pulsera de identificación con nombre, dirección y teléfono de contacto.
Revisa este kit cada seis meses para cambiar la ropa por tallas actuales y reemplazar alimentos caducados.
2. Documentación y seguridad personal
Los niños son una parte vulnerable de la sociedad, por lo que han de contar con la documentación necesaria e información sobre ellos mismos y una tarjeta identificativa.
- Mantén copias de su documento de identidad o libro de familia.
- Añade información médica básica: alergias, medicación, grupo sanguíneo.
- Coloca una tarjeta identificativa en un bolsillo o mochila.
3. Preparación para niños emocional
En situaciones de estrés, los niños necesitan seguridad y calma. Por ello, algunos consejos que te ofrecemos son:
- Usa un lenguaje adaptado a su edad para explicar la situación.
- Evita exponerlos a escenas traumáticas.
- Involúcralos en pequeñas tareas para darles sensación de control (llevar su linterna, ayudar a preparar la mochila).
4. Rutinas básicas en emergencia
Aunque la situación cambie, es importante mantener ciertos hábitos para que los niños no sufran la confusión y nerviosismo típicos de una emergencia.
- Horarios de comida y descanso lo más regulares posible.
- Momentos de juego tranquilo para aliviar la tensión.
- Espacios seguros para moverse y mantenerse activos.
5. Educación preventiva
En caso de emergencia, puedes enseñar a los niños a ser preventivos mediante unas reglas sencillas. Puedes aplicar señas fáciles de entender o mediante juegos.
- A reconocer sonidos de alarma y cómo actuar.
- A pedir ayuda usando un silbato o diciendo frases clave (“estoy perdido, llame a mi mamá/papá”).
- A identificar personas de confianza en caso de separación.
Conclusión de preparación para niños
Proteger a los niños en una emergencia requiere preparación previa, un kit adaptado y estrategias para mantener su calma. Recuerda que, además de cubrir sus necesidades físicas, es esencial cuidar su bienestar emocional.
Un niño preparado es un niño más seguro, incluso en los momentos más difíciles.
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