Cómo construir un refugio de emergencia

construir un refugio de emergencia
Puedes construir un refugio de emergencia con poco materiales si sabes cómo hacerlo

Ya sea que estés en la naturaleza o en una situación de emergencia, con esta guía podrás saber cómo construir un refugio de emergencia. Este conocimiento supone la diferencia entre mantenerte seguro o quedar indefenso ante las condiciones extremas (clima, animales salvajes, etc.). Ya sea que estés en el monte, en tu jardín o una zona urbana, crear un refugio básico con pocos recursos es una habilidad esencial.

Y sí, los refugios si están bien hechos pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte en muchas zonas del planeta. Además, son un apoyo vital para tener tu mente en buena sintonía y seguir motivado para sobrevivir.

Una de las primeras cuestiones que has de tener en cuenta es que los refugios no son solo lugares para descansar. También te permitirá estar protegido frente a los elementos (frío, calor, lluvia, sol, viento, etc.) y más si son extremos. ¿Y si no tengo materiales conmigo para construir un refugio? No te preocupes, en Supervivencia Lista también te mostramos cómo hacer un refugio natural con lo que la naturaleza te da.

Materiales para construir un refugio

Algo esencial a la hora de construir un refugio para supervivencia es saber cómo aprovechar los materiales que están a disposición en el entorno. Ya sea que estés en plena naturaleza o en un contexto urbano, puedes usar recursos artificiales, naturales y reciclados para improvisar una estructura que te proteja del sol, frío, lluvia o el viento.

A continuación. Detallamos qué materiales son los más habituales en función del entorno:

Materiales en la naturaleza

La naturaleza es una rica fuente de recursos que, bien empleados, pueden transformarse en un refugio natural duradero y resistente. Algunos materiales naturales más utilizados:

  • Ramas largas y flexibles. Puedes crear una base de refugio con ramas. Las ramas puedes entrelazarlas para crear paredes y techos, sobre todo si son los suficientemente flexibles para curvarse y dar forma a una cubierta. Las ramas verdes y recién cortadas son mucho más flexibles y sencillas de manipular.
  • Troncos y hojas. Los troncos, mejor si son gruesos, funcionan como soporte lateral o base para levantar paredes. En cambio, las hojas (mejor si son de gran tamaño) como las de palmera, funcionan bien para crear un techo y añadir impermeabilidad. Colócalas en capas como si fuesen tejas para evitar que entre el agua.
  • Corteza de árbol. Si tienes la suerte de encontrar una corteza caída (sin dañar a árboles), puedes utilizarla como revestimiento exterior, ya que se trata de un material resistente, impermeable y aislante. También lo puedes usar como muro rudimentario o techo.
  • Musgo, helechos, barro y tierra. Estos materiales sirven como aislantes naturales. Con ellos puedes rellenar huecos, proteger del viento y lograr un refugio más estanco.
  • Cuerda o paracord. Ya sea que tengas cuerdas o paracold, tendrás una herramienta fundamental para unir estructuras, asegurar las lonas y crear techos tesados entre árboles.
  • Plástico impermeable o lona. Una lona es el tipo de producto que has de llevar siempre en tu kit de supervivencia. Y es que con ella podrás crear un refugio improvisado, ya sea que funcione la lona como pared, techo o aislante para el suelo. Incluso puedes utilizarlo como saco de dormir rudimentario.

Materiales en entorno urbano o jardín

En un entorno urbano, improvisar un refugio de emergencia también es posible. A menudo tenemos materiales a mano que pueden transformarse en una protección temporal ante una situación crítica.

  • Lonas, plásticos o toldos. Son ideales para crear una cubierta rápida. Puedes colgarlos entre paredes, árboles o rejas, usando cuerda, cinta o alambres. Funcionan como techos, cortavientos o suelos impermeables.
  • Palets, cartones, mantas y sábanas. Los palets de madera son estructuras robustas que pueden servir de base, paredes o techos. Los cartones (cuanto más gruesos, mejor) aíslan del suelo y ayudan a mantener el calor. Las mantas y sábanas aportan abrigo y pueden servir para cubrir aberturas o como cobijo interior.
  • Muebles, tablones y cortinas. En situaciones extremas, muebles viejos o rotos, tablones sueltos, puertas o incluso colchones pueden reutilizarse como paredes, techos o barreras. Las cortinas pueden convertirse en techos improvisados o separadores térmicos.
  • Cinta americana, cuerdas o alambres. Todo refugio necesita fijación. La cinta americana (duct tape) es una herramienta clave en cualquier kit: resistente, adhesiva y versátil. Las cuerdas o alambres sirven para amarrar piezas, colgar plásticos o reforzar estructuras caseras.

Consideraciones antes de hacer tu refugio

Consideraciones para crear refugios de emergencia
Consideraciones para crear refugios de emergencia

En internet puedes encontrar gran variedad de publicaciones que te hablan sobre cómo orientar un refugio, o si debes o no tenerlo cerca de agua, entre otras. Desde aquí te decimos que no te aferres a unas reglas estancas, sino más bien te damos unos consejos para escoger el emplazamiento. Todo dependerá de factores como la humedad, el tipo de suelo, el viento o la disponibilidad de los recursos, entre otros.

Viento predominante

Las rachas de viento suelen reducir el calor corporal, independientemente de la época del año. Es más, en los desiertos cálidos es uno de los principales vectores para lograr refrescar el cuerpo. Por ello, sigue siempre tu intuición y capacidad de observación para saber cómo jugar con el viento.

Humedad

La humedad, sea donde sea, no es buena. Lo ideal es conseguir aislarte de la humedad, puesto que aumenta la pérdida de calor. Puedes conseguir mantenerte cálido aislando la humedad del suelo. Recuerda el consejo: se pierde más calor al contactar con el suelo húmedo que con el aire.  Esto explica por qué en zonas tropicales las personas suelen dormir en hamacas.

Terreno

Antes de construir un refugio, escoge bien el lugar. Elegir el terreno no solo determinará el confort, sino también la seguridad y al capacidad de mantener el calor. En este sentido, evita las zonas bajas o depresiones que se puedan inundar con la lluvia. En segundo lugar, busca un área que esté alejada de ramas o piedras, ya que estas podrían caerse debido a una racha de fuertes vientos.

En tercer lugar, si estás en un clima frío, escoge un lugar resguardado del viento. En zonas cálidas, busca la sombra natural. Por último, asegúrate de asentarte en una zona alejada de corrientes de agua, ya que podrás evitar así el ataque de insectos o la presencia de animales salvajes.

Salida del sol

En zonas de clima frío, los primeros rayos del amanecer son un gran beneficio, aunque exista una pequeña bajada de temperatura. Así mismo, a largo plazo la incidencia del sol te protegerá de insectos y otros animales que puedan perturbar tu tranquilidad.

Por el contrario, si estás en climas cálidos, tienes que evitar la incidencia constante del sol. Cambia tu rutina como dormir más por la mañana y menos por la noche y ocupa tu energía en los otros tres pilares de la supervivencia (agua, fuego y comida).

Disponibilidad de recursos

Es bueno estar cerca de agua y de comida, ya que gastarás menos energía a la hora de desplazarte y conseguirás ganar energía más rápido. Aunque deberías estar pendiente de no estar en la cuenta de un río para no llevarte la sorpresa de una riada o zona de gran humedad.

Vigila siempre que no existan cerca de donde te quedes cantos rodados que indiquen el curso de un río o riada, vegetación aplastada sobre otra vegetación o marcas de humedad en las piedras o cueva.

Otras consideraciones

Aparte de lo ya expuesto, también has de valorar el tamaño del refugio según el clima. En un desierto, por ejemplo, el refugio puede ser fresco y amplio, bien ventilado. Sin embargo, en climas fríos lo ideal es que sea pequeño para que se caliente antes.

Recuerda esto: tú eres quien calienta el refugio, ya que el calo procederá de tu cuerpo o de un pequeño fuego que consigas crear.

Tipos de refugios de supervivencia

Podemos encontrar, en general, tres grandes tipos de refugios: refugio natural, refugio improvisado y refugio en la nieve.

Refugio natural

Un refugio es el tipo de protección más básico y esencial que puedes hacer en una situación de supervivencia en la naturaleza. Puede ser un árbol hueco, una cueva, una ronca grande e, incluso, un agujero en el suelo. La ventaja de estos refugios es que se pueden encontrar en plena naturaleza y no tendrás que construir nada.

Eso sí, cuando utilices este tipo de refugios, asegúrate de que está seco, no tenga agua estancada ni tampoco insectos peligrosos. Así mismo, ha de estar situado en un lugar accesible y seguro.

Cómo crear un refugio natural

Refugio improvisado

Se llama refugio improvisado a ese refugio temporal que se puede crear empleando materiales disponibles en el entorno. Estos pueden ser fabricados a base de ramas, hierba, hojas, lonas, plásticos y otros objetos que podemos hallar en la naturaleza. Es ideal en caso de que no exista un refugio natural disponible.

Para construir este tipo de refugio, es importante tener un lugar seguro y protegido de elementos como el viento, el sol o la lluvia. Posteriormente, puedes juntar ramas, hojas y corteza de árbol para hacer un refugio con paredes o emplear lonas y plásticos para crear un estilo de tienda de campaña. Es importante que sea lo suficientemente grande para que te puedas resguardar cómodamente.

Refugio en la nieve

Es un refugio que, como su nombre indica, está construido con nieve. Es una buena opción si estás en medio de una tormenta de nieve. Para crear este refugio, has de recolectar bloques de nieve y apilarlos formando un iglú. Es importante que cuente con una entrada y una salida para que circule el aire.

Aunque no lo parezca el hielo o la nieve son buenas opciones para mantenerte caliente si el viento y el frío actúa con fuerza.

Refugios urbanos de supervivencia

Estos refugios son diseñados para emergencias en entornos urbanos como ciudades o pueblos. Consisten en construcciones que emplean el mobiliario urbano para proteger al usuario. Pueden estar en plena calle, donde tendrás que añadir lonas, plásticos u otros objetos para lograr aislar el frío, el viento, la lluvia o el sol. Así como también otras construcciones ya fabricadas y listas para usar como sótanos, trasteros o garajes.

De igual modo, también puedes utilizar vehículos adaptados, donde incluyendo un pequeño colchón y algunos extras puedes lograr un refugio temporal.

La ventaja de este de tipo de refugios es que en la ciudad podrás encontrar múltiples formas de crear refugios, aunque está la desventaja de que, si no lo aseguras bien, se puede derrumbar o puede no ser seguro.

Técnicas para construir diferentes tipos de refugios

A la hora de hacer un refugio, podemos utilizar varias técnicas. Algunos espacios protegidos requerirán de elementos presentes en la naturaleza, mientras que otros pueden hacerse con productos que portemos encima. Sea cual fuere, tras conocer estas técnicas de bushcraft o supervivencia, podrás hacer fácilmente un lugar seguro para pasar la noche o en caso de emergencia.

1.    Refugio tipo Lean-To (Refugio en toldo)

Son muy empleados por la simplicidad y rapidez en su construcción. El sistema Lean-To consiste en colocar una rama en posición horizontal entre dos puntos de apoyo (árboles, bastones, otras ramas) y construir una pared que esté inclinada y que cubra un único lado. Su parte trasera es la perfecta protección frente al viento y la lluvia.

Es muy práctico si posees una lona impermeable o una manta térmica, aunque también se puede fabricar a base de ramas y hojas. No es el más cálido, pero es efectico ante los elementos y mejora si se complementa con un refugio térmico interior o fuego bien situado delante de la abertura.

Prepper creando un refugio Lean-To en el bosque
Prepper creando un refugio Lean-To en el bosque

Se recomienda para situaciones de emergencia rápida y en climas templados.

Pasos a seguir:

  • Busca dos árboles separados por unos 2 metros. Ata una cuerda paracord entre los dos árboles a una altura más o menos de 90 a 120 cm. Esto creará una línea de soporte para el siguiente paso.
  • Coloca una lona o manta térmica sobre la cuerda, situándola únicamente en un lado como techo. Esto permitirá que el agua de lluvia se deslice por un lado y no te moje.
  • Utiliza estacas u objetos similares de tu kit de supervivencia para fijar los bordes de la lona a la superficie del suelo. Esto hará que esté tensa y que no se levante por el viento.
  • Por último, para evitar la humedad y el frío, coloca una manta térmica o una capa de hoja secas en el suelo dentro del refugio.
Cómo crear un refugio en forma Lean-To en el bosque

2.    Refugio tipo A-Frame

Es uno de los refugios más comunes y eficaces gracias a su estructura en forma de “A” o de “V” invertida. Su diseño ayuda a canalizar el agua hacia los lados y retener el calor en su interior. Sobre todo, si se cierra de forma parcial la entrada.

Es una buena opción para bosques o entornos con presencia de ramas largas, hojas y cortezas. También se puede construir empleando plástico o lona como cubierta.

Paso a paso cómo crear un refugio A-Frame
Paso a paso cómo crear un refugio A-Frame

Este tipo de refugio protege bastante bien ante el viento y la lluvia si se orientan correctamente. Además, se puede mejorar incluyendo barro o musgo para sellar los huecos.

Pasos a seguir:

  • Ata una cuerda entre 2 árboles y, posteriormente, extiende la lona en forma de “A” sobre una cuerda o rama horizontal atada entre los dos árboles verticales. Asegúrate que ambos lados tocan el suelo para la posterior fijación al suelo.
  • Usa estacas para fijar los bordes a ambos lados de la lona. Crearás una estructura semejante a una tienda de campaña. También puedes hacer la tienda con ramas largas y hojas.
  • Si dispones de una manta térmica en tu kit de supervivencia, colócala bajo la tienda en el suelo para aislar el calor. Puedes igualmente emplear hojas secas para conseguir un mayor confort.

3.    Refugio en un iglú de nieve

Hacer un iglú en la nieve es algo más complejo. Para construirlo, has de contar con una sierra para nieve, un cuchillo largo o un machete con unas dimensiones entre 100 x 20 x 40 cm para conseguir cortar la nieve dura.

Coloca los ladrillos de nieve formando una base redonda hueca dejando un hueco para generar un agujero en la nieve que funcionará como entrada. Ve apilando los ladrillos de nieve dando forma al iglú. Recuerda que los ladrillo se superponen parcialmente y la zona superior se va estrechando hacia dentro para que el muro forme una cúpula curvada.

Paso a paso cómo construir un iglú en la nieve

La última pieza de hielo o nieve ha de ser más grande que el hueco central faltante del techo a rellenar. Primero, coloca los ladrillos en la zona superior del iglú y luego recorta los ladrillos del interior del iglú siguiendo la forma del espacio, de forma que los ladrillos queden finalmente sellados de forma hermética.

Para finalizar, usa un picahielos, bastones de esquí o ramas pelada para cavar orificios de ventilación en la pared del hielo.

Estos iglús pueden durar días en condiciones climáticas donde la temperatura está bajo cero.

4.    Refugio Quinzhee (cueva de nieve)

En zonas donde hay presencia de nieve profunda, puedes construir un refugio excavando un montículo de nieve compacta. Se denomina “quinzee” y, aunque hay que invertir algo de esfuerzo físico y tiempo, ofrece una protección térmica enorme.

La nieve, si está bien compactada, actúa como un aislante. Eso sí, has de dejar un agujero de ventilación y cuidar la condensación interior. Tiene una forma parecida al iglú, pero es más sencillo de construir y es más rudimentario.

Funciona bien en situaciones de largos periodos en entornos nevados. Así mismo, proporciona un buen control térmico por las noches y para varias personas. Ha sido históricamente utilizado por militares y exploradores en climas polares.

Pasos a seguir:

  • Cubre un equipo o suministros con una carpa o lona y apila nieve por encima hasta que se forme un montículo.
  • Cuando la estructura esté segura, retira la carpa y excava en el domo para crear ventilación.
Paso a paso cómo construir un refugio Quinzhee (cueva de nieve)

5.    Refugio tipo “tipi” o cónica de ramas

Este tipo de refugio tiene su inspiración en las antiguas tiendas indígenas de América del norte y otras similares. El estilo tipo se basa en una estructura cónica que está compuesta de ramas largas que se atan en la parte superior y que llegan al suelo. Se cubre normalmente con un tejido, hojas grandes, lona o cortezas.

Es muy resistente a las inclemencias del tiempo como viento o la lluvia. Además, al contar con cierta altura interior, permite un movimiento más ligero de las personas. Aunque esto puede suponer que sea más complicada de calentar si no se reduce el espacio interior con plásticos o mantas.

Diferentes formas de crear refugios tipo "Tipi" o cónicos
Diferentes formas de crear refugios tipo “Tipi” o cónicos

Las cabañas tipi son ideales para campamentos improvisados y se puede combinar con una hoguera exterior si se crea la entrada en sentido opuesto al viento.

Pasos a seguir:

  • Forma una base circular en el suelo.
  • Pon ramas alargadas con cierta inclinación hacia el centro para formar la estructura cónica.
  • Ata las ramas en la parte superior hasta formar una tienda tipi.
  • Apoya y clava ramas alrededor para reforzar la estructura.
  • Cubre con lona, mantas o mantas la estructura y ajústalas en la parte inferior.
  • Deja una abertura a un lado para poder entrar.

6.    Refugio tipo “debajo de árbol caído”

Existen ocasiones donde la naturaleza propia crea refugios que podemos aprovechar como son rocas grandes, troncos caídos, árboles huecos o cuevas.

Si encuentras un árbol caído y con espacio debajo, puedes utilizarlo como base y añadir lona, ramas y hojas para mejorar la construcción. También puedes construir una pared de ramas en uno de los laterales para protegerte del viento o la lluvia.

Refugio natural bajo un árbol caído
Refugio natural bajo un árbol caído

Estos refugios te permitirán ahorrar tiempo y esfuerzo, aunque has de comprobar que la estructura es estable (no colapse) y no tenga peligros extras como humedad, insectos o animales ocultos. Además, esto lo convierte en un refugio con una estructura portátil, donde podrás utilizar tu ingenio ante las inclemencias del tiempo en cualquier momento y lugar.

Pasos:

  • Ubica un árbol caído estable, con espacio debajo.
  • Refuerza un lateral o ambos con ramas o madera, formando una pared.
  • Cubre el árbol con vegetación, ramas, mantas o lona.
  • Aísla el interior del suelo con material seco.
  • Asegura los extremos con piedras o barro.
  • Verifica que no haya nidos, insectos o podredumbre.
15 forma de construir un refugio en le entornos naturales

7.    Refugio improvisado en entorno urbano

En ciudades o pueblos, las emergencias pueden requerir refugios con materiales reciclados o caseros. Aquí se aprovechan elementos como palets, cartones grandes, plásticos, lonas, mantas, cortinas, muebles, colchones y otros elementos.

Una técnica óptima es buscar un espacio protegido (patio, terraza o entrada) y levantar una estructura con soporte vertical y techado. El cartón es un buen aislante si se utiliza por capas y combinado con otros materiales como mantas para mantener el calor en clima frío moderado. También se pueden fabricar en el hogar, sótanos y garajes, sobre todo si existe calefacción o hay que aislar una zona del frío extremo.

Pasos a seguir:

  • Busca una zona protegida (pared, porche, rincón).
  • Crea una base de cartón o palets para aislar del suelo.
  • Levanta dos paredes laterales con muebles, mantas o cartones.
  • Coloca una cobertura superior, tipo tejado, con lona o sábanas.
  • Sella con cinta americana o cuerda para evitar que el viento la levante.
  • Añade aislamiento térmico por dentro (más cartones, ropa, mantas).
Construir refugios improvisados en entornos urbanos
Construir refugios improvisados en entornos urbanos

8.    Refugio en cuevas, grietas o formaciones rocosas

Si encuentras una cueva, un hueco en una roca o una grieta en un acantilado, puedes usarla como base para tu refugio. Sin embargo, es importante tener en cuenta:

  • La seguridad estructural, por lo que asegúrate de que no haya riesgo de derrumbe.
  • Muchas cuevas son hábitats de fauna salvaje.
  • Las rocas acumulan humedad y suelen estar frías, por lo que necesitarás un aislante.

Aun así, si no hay otras opciones, puedes reforzar el acceso con ramas, cartones, plásticos o mantas para crear un ambiente más cerrado y cálido.

Pasos a seguir:

  • Evalúa la cueva o grieta: sin desprendimientos ni animales.
  • Limpia el interior de escombros, insectos o humedad.
  • Coloca una base aislante en el suelo: hojas, cartón o plástico.
  • Sella los lados abiertos con ramas, mantas o telas para mantener el calor.
  • Cubre la entrada parcialmente, dejando espacio para ventilación.
  • Evita encender fuego en el interior sin orificios de ventilación.

Conclusión

Construir un refugio de emergencia no es solo una cuestión de comodidad, sino una habilidad vital que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Ya estés perdido en el bosque, atrapado por una tormenta de nieve o sobreviviendo a un apagón urbano, contar con los conocimientos necesarios para improvisar un refugio te permitirá protegerte del frío, la humedad, el viento, el calor o incluso de animales salvajes.

La clave está en saber adaptarte al entorno y aprovechar los materiales disponibles, ya sean naturales (ramas, hojas, nieve) o artificiales (plásticos, mantas, cartones). No todos los refugios sirven para cualquier clima: uno de nieve debe retener calor, mientras que uno en clima cálido debe proporcionar sombra y ventilación. Igualmente, antes de construir, es esencial elegir bien el terreno, considerar la humedad, el viento predominante y la disponibilidad de recursos cercanos.

Dominar las técnicas básicas como el refugio tipo A, Lean-To, iglús o refugios urbanos improvisados, es algo que cualquier persona debería aprender, puesto que, en una situación extrema, tu vida dependerá de tu capacidad de actuar con rapidez, creatividad y sentido común.

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Resumen de puntos clave:

  • Evalúa siempre el entorno (viento, humedad, terreno, orientación solar).
  • Utiliza materiales naturales o urbanos según tu localización.
  • Aprende a construir refugios tipo Lean-To, A-Frame, iglú, quinzhee, tipi o usar cuevas y árboles caídos.
  • En la ciudad, usa cartones, mantas, muebles o plásticos para improvisar un refugio seguro.
  • Siempre aísla del suelo y protege la entrada del viento o lluvia.
  • Asegúrate de que haya ventilación si usas fuego o estás en espacios cerrados.
  • Practica estas técnicas antes de necesitarlas. La preparación es tu mejor refugio.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es el mejor tipo de refugio de emergencia?

No se puede hablar un “mejor” refugio. Todo dependerá de los materiales de los que dispongas, el entorno, el clima y el tiempo disponible para construirlo. Eso sí, puedes aplicar un refugio tipo “A” o “tipi” en el bosque o en zonas de nieve un iglú o un “quinzee”. Procura siempre evitar la humedad, insectos y animales salvajes.

¿Cuánto tiempo se tarda en construir un refugio de emergencia?

Dependerá del tipo de refugio y tu experiencia construyendo. Hay refugios sencillos como los lean-to con lona que tardan unos 20 minutos en construirse. También están los quinzee que te pueden llevar hasta 2 horas si añade el tiempo de compactación. Por último, los refugios naturales son los más rápidos, al contar ya con parte de la estructura disponible.

Una cosa está clara, cuanto más practiques, menos tiempo vas a necesitar.

¿Qué debo evitar al construir un refugio?

Deberías evitar zonas bajas donde se acumulen agua, espacios bajo ramas secas o piedras inestables, cavidades con presencia animal salvaje, construir sin un aislamiento en el suelo o con exposición directa al viento.

¿Puedo construir un refugio en casa durante un apagón o emergencia?

Por supuesto. Puedes aislar una habitación o montar un mini refugio interior con mantas en puertas y ventanas, cartones en el suelo y una tienda interior fabricada a base de sillas y sábanas.

¿Es seguro dormir dentro de un refugio improvisado?

Sí, siempre que esté bien construido y ventilado. Pero te recomendamos que no enciendas un fuego dentro sin una salida de humo seguro. Aísla el suelo siempre para evitar la pérdida de calor y comprueba que la estructura es segura y estable antes de descansar.


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