
Cometer errores en tu kit de supervivencia puede costarte caro y no solo a ti, sino a tu entorno y a los que están a tu alrededor. Dentro de todo kit de supervivencia se han de incluir elementos vitales que garanticen la seguridad y la protección ante emergencias. Estos elementos pueden variar en función de las necesidades individuales, aunque normalmente incluyen elementos básicos y comunes a todo tipo de kits. Algunos ejemplos son artículos de primeros auxilios, alimentos de larga duración, agua, herramientas, artículos de higiene y objetos para la orientación y la comunicación.
Errores al preparar un kit de emergencia
A continuación, detallamos los errores más frecuentes a la hora de crear un kit de emergencia. También haremos hincapié en qué no llevar en un kit de supervivencia.
No adaptar el kit al tipo de emergencia
Uno de los fallos más frecuentes es pensar que un solo kit de supervivencia sirve para cualquier tipo de situación. Por ejemplo:
- En una inundación, es necesaria botas y prendas de ropa impermeables, así como bolsas estancas.
- En una ola de calor, el agua y la protección solar serán esenciales.
- En un apagón urbano prolongado, necesitarás más iluminación, baterías y fuentes alternativas de energía.
Como consejo, desde Supervivencia Lista te proponemos que tengas dos versiones de tu kit de emergencia: uno para el hogar y otro portátil adaptado a la circunstancia más plausible en tu entorno.
Olvidar elementos básicos de supervivencia
Hay cinco categorías que nunca deben faltar:
- Agua → filtros, pastillas potabilizadoras, botella reutilizable.
- Comida → raciones no perecederas y fáciles de preparar.
- Refugio → manta térmica, toldo o tienda ligera.
- Señalización → silbato, espejo de señales, linterna.
- Primeros auxilios → botiquín completo y actualizado.
Es un error bastante habitual centrarse solo en la comida y el agua y olvidarse de otras ayudas, como son elementos para crear un refugio o la señalización, que pueden ser vitales en determinados entornos.
Llevar objetos inútiles o redundantes
Un kit ha de ser ligero y eficiente. Portar contigo dos cantimploras, tres navajas iguales o un hornillo de camping grande solo añade peso y espacio.
Evita a toda cosa los elementos “por si acaso” y que sabes que nunca vas a usar y prioriza herramientas multifunción que funcionan en muchas tareas y no ocupan apenas espacio.
No revisar ni mantener el kit
No basta con que crees el kit y lo guardes hasta el momento de la emergencia. La comida guardada también caduca, las pilas se descargan y los medicamentos pueden también perder eficacia.
La solución es marcar en un calendario la revisión del kit cada 6 meses. En estas verificaciones cambia lo caducado o con poca fecha de caducidad y comprueba el estado del resto del equipo.
No conocer el uso de lo que llevas
Muchas personas incluyen en su kit elementos como pedernales, brújulas o torniquetes sin siquiera saber cómo se utilizan. Has de ser consciente de que en caso de emergencia no hay tiempo para aprender. Nuestro consejo es practicar antes en casa o en el campo para saber cómo reaccionar cuando la situación lo requiera. Haz simulaciones:
- Montar tu refugio en menos de 10 minutos.
- Filtrar agua con tu sistema.
- Encender fuego sin mechero.
No tener un kit por persona o situación
Un kit para toda una familia puede ser insuficiente, ya que en una mochila de 72 horas no entra tanta comida ni agua. Así mismo, cada kit dependerá del miembro de la familia.
- En niños y bebés. Es necesario incluir ropa extra, pañales, comida adaptada, etc.
- Personas mayores. Medicación y equipos de medición de salud como tensiómetros u oxímetros.
- Mascotas. Comida, agua, correa y bolsas de repuesto.
Lo ideal es que cada miembro cuente con su propio kit básico y adaptado a sus necesidades.
No considerar el entorno y el clima
Un error primordial que muchos cometen es no tener en consideración el entorno donde se vive ni el clima. Tanto uno como otro pueden ser proclives a sufrir diferentes tipos de Desastres naturales y hay que actuar en función de cada tipo.
- En clima frío lo ideal es portar ropa térmica, accesorios como guantes y gorros, así como calentadores de manos y botas.
- Clima cálido es conveniente añadir gafas de sol, crema solar o sombrero para protegerse del sol.
- En zona húmeda, es vital portar botas de agua, prensas y protección impermeables y antimosquitos.
Consejos finales para evitar errores en tu kit de supervivencia
Preparar un kit de supervivencia no es solo introducir objetos en una mochila, sino que supone planificar, seleccionar y cuidar el equipo que puede salvarte la vida. Evitar errores como los ya comentados puede marcar la diferencia entre la vida y el riesgo.
Con una buena preparación, revisiones cada cierto tiempo y con un kit adaptado al entorno, podrás afrontar cualquier situación con mayor confianza y seguridad.
Recuerda que, en supervivencia, tanto el conocimiento como la previsión, valen tanto como el equipo que portas.
- Define para qué tipo de emergencia te preparas.
- Haz una lista de lo imprescindible y no te salgas de ella.
- Reduce el peso eliminando aquello repetido o que no vas a necesitar.
- Revisa y actualiza el kit cada 6 meses.
- Practica con tu equipo antes de la emergencia.
Si quieres estar seguro, también puedes hacer nuestro “Test del minuto Cero” para comprobar que sabes todo lo necesario sobre tu kit de emergencia.
Preguntas frecuentes sobre errores en tu kit de supervivencia
Prepararlo una vez y no revisarlo nunca. El equipo puede quedar inservible con el tiempo.
Al menos cada 6 meses o tras haberlo usado.
Sí, prioriza agua, comida, refugio, señalización y primeros auxilios. No necesitas el equipo más caro, sino el más funcional.
Filtro o purificador de agua, raciones de comida, manta térmica, linterna, botiquín, navaja multifunción.
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