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Cómo hacer tu propio jabón casero paso a paso fácil

Cómo hacer jabón casero para manualidades o supervivencia
Cómo hacer jabón casero DIY para supervivencia

Hacer jabón casero es mucho más que una manualidad: es una forma de cuidar tu piel porque es cosmética natural, ahorrar dinero y apostar por un estilo de vida más natural y sostenible.

En esta guía aprenderás cómo hacer jabón casero DIY paso a paso, con recetas de jabones artesanales fáciles de seguir, materiales básicos y consejos de seguridad. Ya quieras un jabón casero con glicerina, un exfoliante de café o un relajante de lavanda, aquí encontrarás todo lo necesario para empezar.

No te pierdas el resto de nuestras manualidades DIY.

¿Qué es el jabón casero y por qué hacerlo?

El jabón casero es un producto que podemos utilizar tanto para limpiar como para aplicar a nuestra propia higiene en emergencia (o uso diario). La peculiaridad es que está elaborado de forma artesanal, con ingredientes naturales, reciclados y sin aditivos químicos. Al contrario que los creados de forma industrial, los jabones naturales DIY permiten controlar el origen de cada ingrediente y adaptarlo a las necesidades específicas.

Los beneficios de hacer tu propio jabón sencillo son múltiples:

  • Salud. No incluyen colorantes artificiales ni fragancias sintéticas.
  • Ahorro. Incluyen ingredientes básicos como aceite usado o glicerina que permiten generar varias pastillas de jabón por poco dinero.
  • Sostenibilidad. Se reducen el uso de envases de plástico, materiales contaminantes y fomenta el consumo responsable.
  • Creatividad. Se puede experimentar con diferentes moldes, colores y aromas únicos.

Materiales e ingredientes básicos para hacer jabón casero

Antes de empezar a aplicar cualquier receta de jabón casero para supervivencia, es fundamental juntar todos los ingredientes y utensilios necesarios. Disponer del equipo adecuado te ayuda a trabajar de forma más limpia, segura y conseguir un mejor resultado.

Utensilios imprescindibles

Para preparar jabones de forma casera tienes que juntar varios accesorios y utensilios básicos. Por suerte, los puedes encontrar fácilmente en casa como son recipientes resistentes al calor, batidora de mano, moldes de silicona, báscula, guantes y gafas de protección si vas a utilizar sosa cáustica.

  • Recipiente resistente al calor. Materiales como el acero inoxidable o el vidrio templado resisten bastante bien al calor, por lo que puedes utilizar recipientes con estos materiales. Eso sí, evita el aluminio, ya que reacciona mal ante la sosa.
  • Batidora de mano. Permite integrar rápidamente la mezcla de aceites y agua con la sosa cáustica.
  • Moldes de silicona o madera. Los moldes de silicona son prácticos porque facilitan el desmoldado y pueden adoptar formas variadas.
  • Báscula de precisión. Imprescindible para pesar los ingredientes exactos, sobre todo si usas sosa.
  • Guantes y gafas de protección. Nunca deben faltar cuando trabajes con sosa cáustica, ya que protege tus manos y ojos de posibles salpicaduras. No hay que olvidar que la sosa es corrosiva y puede provocar graves quemaduras en la piel si no la manipulas con cuidado.

Ingredientes comunes para hacer jabón

Los jabones artesanales clásicos se elaboran con base en una combinación entre aceite, agua y sosa cáustica (proceso de saponificación). El aceite de oliva es la base más utilizada, sobre todo si es reciclado, puesto que es más económico y beneficioso para la piel. Aunque también puedes utilizar:

  • Aceite de coco. Aporta más espuma y deja un aroma a coco sutil pero apreciado.
  • Aceite de almendra o de aguacate. Deja una textura suave e hidratante en la piel.
  • Glicerina. Para quienes quieran evitar manipular sosa, existe la alternativa de la glicerina en pastilla o bloque, lista para fundir y moldear.

Opcionales (colorantes, hierbas, aceites esenciales).

Si no te conformas con el jabón clásico DIY, puedes personalizarlo con los siguientes elementos:

  • Aceites esenciales. Puedes encontrar gran variedad en el mercado y, además, según el que escojas, tendrás más beneficios a nivel de salud. Ejemplos de aceites esenciales son la lavanda (relajante), el árbol de té (antibacteriano) o el eucalipto (refrescante), entre otros.
  • Hierbas secas y flores. Son ideales para decoración al dar un toque de textura y coloración, además de que algunas añaden aroma. Ejemplos son manzanilla, romero, pétalos de rosa o menta, que además de aroma aportan beneficios a la piel.
  • Colorantes naturales. Podemos encontrar en el mercado también colorantes naturales para dar un toque de color a nuestro jabón casero. Por ejemplo, tenemos la Cúrcuma para tonos amarillos, cacao para marrones o arcilla para verdes y rojos.

Métodos para hacer jabón casero paso a paso

Existen varias formas de elaborar jabones caseros DIY, cada una con distintos niveles de dificultad, tiempo de preparación y resultados. A continuación, se explican los tres métodos más comunes: con sosa cáustica, con glicerina y mediante reciclado de restos de jabón.

Ingredientes básicos para un jabón casero de unos 500 g finales

  • Aceite vegetal: 400 g (puede ser oliva, coco o mezcla de varios aceites; el aceite de oliva da suavidad, el de coco más espuma).
  • Agua destilada: 150 g (para disolver la sosa y controlar la textura).
  • Sosa cáustica (hidróxido de sodio): 60 g (para saponificación; no cambies esta cantidad, ya que es la que convierte el aceite en jabón).
  • Aceites esenciales o fragancia (opcional): 10–15 g (aprox. 2–3 cucharaditas)
  • Colorante natural (opcional): según preferencia (arcilla, cúrcuma, cacao, etc.)

Cómo hacer jabón casero con sosa (o proceso en frío).

Es el método tradicional y el más usado en la elaboración artesanal. Consiste en mezclar aceites vegetales (oliva, coco o almendra), agua destilada y sosa cáustica en proporciones exactas. Para no fallar, lo ideal es usar una calculadora de saponificación, que determina cuánta sosa se necesita en función de los aceites empleados.

El proceso implica batir la mezcla hasta que espese y verterla en moldes. Una vez desmoldado, el jabón debe reposar entre 4 y 6 semanas para completar la reacción química y secarse. El resultado es un jabón duradero, firme y totalmente personalizable en cuanto a aromas, colorantes naturales y propiedades. Requiere precaución, ya que la sosa es corrosiva, pero ofrece la mayor versatilidad.

Pasos a seguir para crear jabón casero

  1. Prepara los materiales

    Reúne materiales y accesorios imprescindibles como guantes, gafas, recipientes resistentes y una báscula para medir ingredientes.

  2. Medir con precisión

    Usa una calculadora de saponificación para determinar la cantidad exacta de sosa cáustica en función de los aceites elegidos.

  3. Disuelve la sosa en agua destilada

    Añade la sosa al agua (¡nunca al revés!) y deja que la mezcla se enfríe. Echa a razón de 60 gramos de sosa para un jabón casero de 500 gramos.

  4. Calienta aceites

    Funde los aceites sólidos (como coco o manteca) y mezcla con los líquidos (como oliva).

  5. Unir las mezclas

    Cuando ambos estén a temperatura similar, incorpora la solución de sosa a los aceites poco a poco.

  6. Batir la mezcla

    Utiliza una batidora de mano hasta alcanzar la “traza”, una textura similar a las natillas.

  7. Da tu toque personal

    Puedes complementar tu jabón con el aroma de aceites esenciales, hierbas secas o colorantes naturales.

  8. Verter en un molde

    Puede ser de silicola, metal o ABS. Una vez en el recipiente, deja reposar entre 24 a 48 horas antes de desmoldar.

  9. Curado

    Coloca las pastillas en un lugar ventilado durante 4–6 semanas hasta que estén listas para usar.

Cómo hacer jabón casero con sosa
Cómo hacer jabón casero con sosa

Cómo hacer jabón casero sin sosa (base de glicerina).

Este método es ideal para principiantes, ya que evita el manejo de químicos peligrosos. Se parte de una base de glicerina sólida que se derrite al baño maría o en microondas. Una vez líquida, se le añaden aceites esenciales, hierbas o colorantes, y se vierte en moldes para que solidifique. En cuestión de horas tendrás un jabón listo para usar.

La principal ventaja es su rapidez y seguridad, aunque los jabones suelen ser menos duraderos y algo más costosos que los elaborados con sosa.

Pasos a seguir:

  • Cortar la base de glicerina en trozos pequeños.
  • Derretir al baño maría o en intervalos cortos de microondas.
  • Añadir ingredientes opcionales: aceites esenciales, colorantes naturales o hierbas.
  • Mezclar suavemente para evitar burbujas.
  • Verter en moldes de silicona.
  • Dejar enfriar a temperatura ambiente o en la nevera.
  • Desmoldar: en pocas horas tendrás el jabón listo para usar.
Cómo hacer jabón casero sin sosa (con glicerina)
Cómo hacer jabón casero sin sosa (con glicerina)

Jabón reciclado con restos de jabón viejo

Otra forma de cómo hacer jabones naturales en casa es optar por reciclar jabón viejo. Se trata de un jabón casero ecológico y sostenible, que te permitirá reciclar ese jabón que ya no usas. Además, al añadirle aceites esenciales e ingredientes naturales, podrás lograr un jabón casero para piel sensible 100% eficaz.

Esto hace que sea también la opción más económica al no tener que comprar materiales extras. Solo tienes que rallar los restos de jabón usado, fundirlos con un poco de agua y enriquecer. Ya sea con aceites esenciales, hierbas o exfoliantes naturales. El resultado puede ser poco atractivo en apariencia y textura, pero cumplirá su función a la perfección.

Este método es ideal para aquellas personas que quieren aprovechar materiales y experimentar sin muchas complicaciones.

Pasos a seguir:

  • Reúne trozos o restos de jabones usados y rállalos finamente.
  • Coloca las virutas en un cazo y añade un poco de agua para ayudar a fundir.
  • Calienta a fuego suave hasta que la mezcla sea homogénea.
  • Enriquece con aceites esenciales, café molido, avena u otros añadidos.
  • Vierte la mezcla en moldes y deja enfriar varias horas.
  • Desmolda y utiliza cuando esté sólido.
Comparativa de métodos para hacer jabones caseros
Comparativa de métodos para hacer jabones caseros

Por último,lo ideal es comenzar con el método sin sosa (glicerina) para familiarizarte con los procesos, pasar después al reciclado para aprovechar restos y, finalmente, dar el salto al método con sosa cuando quieras crear jabones más duraderos y personalizados.

Recetas fáciles de jabón casero DIY

Materiales para fabricar jabón casero
Materiales para fabricar jabón casero

Jabón casero de lavanda (relajante).

El jabón de lavanda es uno de los más populares por sus propiedades calmantes y su inconfundible aroma. Es ideal para usar por la noche, antes de dormir, ya que ayuda a relajar cuerpo y mente. Además, la lavanda tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que lo convierte en un aliado para pieles irritadas.

Guía paso a paso:

  • Prepara la mezcla básica de jabón con aceite de oliva, agua y sosa cáustica siguiendo el método en frío.
  • Bate hasta llegar a la “traza” (consistencia espesa).
  • En ese punto, añade unas gotas de aceite esencial de lavanda (unas 10–15 por cada 500 g de mezcla).
  • Si lo deseas, incorpora también flores secas de esta flor, trituradas para darle un toque decorativo y aromático.
  • Mezcla suavemente, vierte en moldes y deja reposar 24–48 horas.
  • Cura el jabón durante 4–6 semanas en un lugar fresco y ventilado.

Jabón de avena (piel sensible)

La avena es un ingrediente perfecto para las pieles delicadas, ya que hidrata, calma irritaciones y actúa como exfoliante suave. Este jabón es ideal para quienes sufren sequedad o picor, y resulta muy útil para niños o personas con piel atópica.

Guía paso a paso:

  • Prepara una base de glicerina o mezcla tradicional con aceites y sosa.
  • Tritura la avena en copos hasta obtener una harina fina o déjala en trozos pequeños si quieres un efecto exfoliante más intenso.
  • Añade la avena justo después de alcanzar la traza en el método con sosa, o tras derretir la glicerina si eliges ese camino.
  • Mezcla bien para que se distribuya de forma homogénea.
  • Vierte en moldes, deja enfriar (glicerina) o curar (sosa).
  • El resultado es un jabón cremoso, suave y apto para pieles sensibles.

Jabón de café (exfoliante).

El café es conocido por su poder exfoliante y revitalizante. Los granos molidos ayudan a eliminar células muertas y mejorar la circulación sanguínea, dejando la piel más suave y con un aspecto saludable. Además, aporta un aroma intenso y estimulante.

Guía paso a paso:

  • Prepara la base de jabón (glicerina o método en frío).
  • Añade café molido fresco o posos de café usados y bien secos (1–2 cucharadas por cada 500 g de mezcla).
  • Si quieres potenciar el aroma, puedes incorporar unas gotas de aceite esencial de café o vainilla.
  • Mezcla bien para que los granos no se concentren en una sola zona.
  • Vierte en moldes y deja solidificar (glicerina) o curar (sosa).
  • Obtendrás un jabón exfoliante perfecto para manos, codos y pies.
Guía paso a paso de cómo hacer jabones con aromas
Guía paso a paso de cómo hacer jabones con aromas

Consejos de seguridad al hacer jabón casero

Elaborar jabón casero puede ser una experiencia enriquecedora, pero no debemos olvidar que algunos métodos implican el manejo de sustancias peligrosas como la sosa cáustica. Por eso, seguir medidas de seguridad es esencial para evitar accidentes y garantizar un proceso tranquilo.

El primer consejo básico es usar siempre guantes de goma y gafas de protección. La sosa cáustica puede provocar quemaduras en la piel y lesiones en los ojos si entra en contacto directo, así que nunca trabajes sin estos elementos. Además, resulta recomendable utilizar una bata o ropa vieja de manga larga para cubrir la piel.

Otro punto fundamental es recordar la regla de oro: añadir la sosa al agua, nunca el agua a la sosa. Si lo haces al revés, la reacción química se vuelve violenta y puede salpicar. Al preparar la disolución, emplea un recipiente de vidrio o acero inoxidable, nunca de aluminio ni de plástico endeble.

El lugar de trabajo también importa: procura hacerlo en una zona ventilada, cerca de una ventana o incluso al aire libre, ya que los vapores iniciales pueden ser irritantes para las vías respiratorias. Si lo haces en interiores, enciende un extractor o ventilador.

Finalmente, no mezcles tus utensilios de cocina con los de elaboración de jabones. Lo mejor es etiquetar moldes y recipientes para evitar confusiones y posibles contaminaciones. Mantén los ingredientes fuera del alcance de niños y mascotas, y guarda la sosa en un envase cerrado, seco y seguro.

Con estas medidas, el proceso de elaboración pasa de ser arriesgado a una actividad controlada y segura, donde podrás centrarte en lo creativo sin sobresaltos.

Beneficios de hacer tus propios jabones

El jabón casero DIY no solo es una manualidad entretenida, sino que aporta ventajas prácticas, económicas y ambientales.

  • Control sobre los ingredientes. Eliges qué aceites usar, qué fragancias añadir y puedes prescindir de químicos artificiales presentes en jabones industriales. De esta forma, adaptas el producto a tu tipo de piel y evitas la proliferación de alergias o irritaciones.
  • Ahorro en el hogar. Aunque la inversión inicial en ingredientes como la sosa o la glicerina pueda ser alta, con una misma tanda puedes elaborar varias pastillas de jabón que te durarán meses. Además, puedes reciclar aceites usados o restos de jabones, reduciendo aun más los costes.
  • Impacto ambiental. Fabricar tus propios jabones disminuye el uso de envases plásticos y fomenta un consumo más responsable. Al emplear ingredientes naturales y locales, contribuyes a un estilo de vida sostenible.
  • Personalización. No hay límite en cuanto a combinaciones de aromas, texturas y colores. Puedes crear jabones con avena para pieles sensibles, con café para exfoliar o con lavanda para relajarte. Esto convierte cada pieza en algo único y especial.
  • Es un hobby creativo y relajante. El proceso de medir, mezclar y decorar conecta con lo artesanal y manual, alejándote del estrés diario. Incluso puede convertirse en una actividad familiar o en un regalo hecho con tus propias manos.

En resumen, elaborar jabones caseros te permite cuidar de tu piel, de tu bolsillo y del planeta, mientras disfrutas de un pasatiempo productivo y creativo.

Errores comunes al hacer jabón casero y cómo evitarlos

Crear jabones caseros no está exento de cometer ciertos errores que, en la medida de lo posible, hay que evitar. Algunos de los errores más comunes son:

  • Medir mal los ingredientes: En el caso de la sosa cáustica, una diferencia mínima puede hacer que el jabón irrite la piel o quede blando. La solución es sencilla: usa una báscula digital de precisión y sigue siempre una receta confiable o una calculadora de saponificación.
  • No respetar los tiempos de curado: Los jabones elaborados con sosa necesitan entre 4 y 6 semanas de reposo para completar la saponificación. Usarlos antes puede ser perjudicial para la piel, ya que la mezcla aún estará activa. La paciencia es clave en este proceso.
  • Usar aceites esenciales en exceso: Aunque aportan aroma y propiedades terapéuticas, en exceso pueden provocar irritaciones o reacciones alérgicas. Lo recomendable es no superar el 3–4 % del peso total de la mezcla.
  • Confundir recipientes de cocina: Por otro lado, muchas personas usan utensilios de cocina que luego vuelven a emplear para preparar alimentos. Esto es un error grave: siempre reserva recipientes, moldes y batidoras exclusivamente para hacer jabón y etiquétalos.

Checklist rápido para tu primer jabón DIY

Cuando te enfrentas a tu primer intento de hacer jabón casero, es fácil sentirse abrumado. Por eso, contar con un checklist rápido te ayudará a no olvidar nada y a trabajar de forma ordenada.

  • Aceite (oliva, coco, almendra)
  • Base de glicerina o sosa cáustica
  • Agua destilada
  • Aceites esenciales y colorantes naturales
  • Moldes de silicona
  • Guantes y gafas de protección

Conclusión sobre jabones caseros

Hacer jabón casero DIY es una experiencia práctica, saludable y sostenible. Puedes empezar con métodos simples como la glicerina y avanzar hacia fórmulas más complejas con sosa. Lo importante es disfrutar del proceso y crear un producto natural adaptado a ti. En Supervivencia Lista te enseñamos los mejores consejos y DIY para que seas más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

🧴 ¿Te ha gustado crear tus propios jabones?

Esto es solo el comienzo. En nuestra sección de Manualidades y DIY encontrarás muchas más ideas, proyectos y guías paso a paso para seguir creando con tus propias manos. Desde cosmética natural hasta proyectos sostenibles para el hogar.

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Preguntas frecuentes sobre jabones caseros

¿Cómo hacer jabón casero sin sosa cáustica?

La forma más sencilla es usar una base de glicerina lista para fundir. Solo derrite, añade esencias y vierte en moldes.

¿Cuánto dura un jabón casero?

Entre 6 y 12 meses si se guarda en un lugar seco y ventilado. La duración depende de los aceites usados.

¿Es más barato hacer jabón casero?

Sí, especialmente si usas aceite reciclado o glicerina. Con una inversión inicial baja puedes obtener muchas pastillas.

¿Qué aceites esenciales se recomiendan para jabones naturales?

Lavanda para relajar, árbol de té como antibacteriano, eucalipto para refrescar y cítricos para un aroma energizante.


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