
Contar con un refugio bien equipado es algo esencial. Pero si la emergencia se alarga o es necesaria una supervivencia más prolongada, es necesario tener plantas para supervivencia. Ya sea en un apagón prolongado, una crisis de alimentos o un aislamiento forzoso, las plantas pueden suponer la diferencia entre la dependencia y la resiliencia.
En esta guía te mostramos qué plantas para supervivencia son más útiles. Desde aquellas que pueden servir en la alimentación, hasta las que pueden ayudar a curar o a purificar. Son especies fáciles de mantener, con un alto rendimiento, un bajo consumo de recursos y con utilidad múltiple.
Plantas comestibles de supervivencia: energía y nutrientes asegurados
Cuando se trata de sobrevivir, las calorías y los nutrientes básicos son prioridad. Las plantas comestibles de supervivencia deben ser resistentes, fáciles de conservar y de rápido crecimiento. Para más información, visita la FAO.
- Patata y boniato. Son esenciales gracias a su densidad calórica y versatilidad. Crecen en casi cualquier suelo, incluso en reciclables como sacos o cubos reciclados. La patata se multiplica por tubérculos y el boniato brota fácilmente en agua potable. Esto permite iniciar nuevos cultivos sin semillas. Además, ambos se conservan durante meses en lugares secos y frescos.
- Legumbres (lentejas, garbanzos, habas). Son una fuente vegetal de proteínas. Se pueden almacenar sin refrigeración, fijan el nitrógeno al suelo y mejoran la fertilidad del huerto. Las puedes sembrar en bancales, macetas o directamente en el suelo. Incluso soportan el invierno con cobertura plástica.
- Verduras de hoja (acelga, espinaca, kale). Crecen rápido, regeneran tras cada corte y aportan hierro, calcio y vitaminas esenciales. Son perfectas para el autoconsumo diario.
- Cebolla y ajo. Son básicos por su alto valor alimenticio y su acción antibiótica natural. Además, repelen plagas y se conservan por meses.
Como consejo, te recomendamos cultivar al menos tres de estas especies combinadas. Obtendrás energía, regeneración de suelo y variedad de sabores, incluso en refugios pequeños.

Plantas medicinales para supervivencia: salud natural en tiempos difíciles
Cuando no hay farmacia cerca, las plantas curativas son tu botiquín vivo. Las plantas medicinales para supervivencia te ayudan a tratar heridas, infecciones, fiebre o ansiedad aplicando recursos naturales y sostenibles.
- Aloe vera: reina del botiquín verde. Su gel interno es antiséptico, cicatrizante y calmante. Es ideal para quemaduras, irritaciones o deshidratación cutánea. Además, crece sin apenas agua.
- Caléndula: potente regenerador celular, usada para cortes, quemaduras leves y erupciones. Sus flores pueden prepararse en infusión o aceite.
- Tomillo y romero: ambos tienen propiedades antibióticas, expectorantes y digestivas. Son excelentes para infusiones medicinales o desinfección natural del aire.
- Manzanilla y menta: calmantes y digestivas, reducen el estrés y sirven como repelentes de insectos. En un entorno cerrado o de alta tensión, ayudan a mantener la estabilidad mental y física.
- Salvia: purifica heridas, regula la temperatura corporal y se usa como desinfectante de emergencia.
Guarda las semillas secas en frascos herméticos y reprodúcelas cada temporada. Un pequeño jardín medicinal puede mantenerte sano sin depender del exterior.

Plantas de supervivencia a largo plazo: sostenibilidad y autosuficiencia
La verdadera resiliencia se mide en el tiempo. Las plantas de supervivencia de largo plazo son las que te garantizan alimento, energía y recursos durante años, sin necesidad de gran mantenimiento.
- Árboles frutales enanos (manzano, limonero, olivo): ideales para terrazas o patios. Ofrecen fruta rica en vitaminas y grasas saludables, y ayudan a estabilizar microclimas locales.
- Hierbas perennes (romero, lavanda, orégano, salvia): duran años, repelen plagas y son comestibles o medicinales. Perfectas para crear un huerto autosuficiente.
- Caña y bambú: útiles para construir, fabricar utensilios o reforzar estructuras. Su rápido crecimiento los convierte en recursos renovables valiosos.
- Batata y yuca: tubérculos de alta productividad, ricos en hidratos y capaces de regenerarse por esquejes.
- Alfalfa y trébol: aportan proteína vegetal y regeneran el suelo, esenciales en cultivos rotativos o de subsistencia.
Por último, puesta por especies que se repliquen solas o que generen semillas fértiles. Esto reduce tu dependencia de insumos externos y convierte tu huerto en un ecosistema cerrado.

Plantas purificadoras y protectoras: defensa ambiental y psicológica
En entornos cerrados o contaminados, la calidad del aire y el entorno afecta directamente tu rendimiento físico. Las plantas purificadoras de supervivencia limpian toxinas, filtran el aire y mejoran el ánimo.
- Poto, espatifilo y sansevieria: eliminan compuestos tóxicos como formaldehído o benceno. Ideales para refugios o espacios con poca ventilación.
- Helecho de Boston: aumenta la humedad ambiental y regula la temperatura interior.
- Menta y citronela: repelen mosquitos, purifican el ambiente y aportan aroma refrescante.
- Albahaca: útil tanto para cocinar como para repeler insectos. Además, estimula el ánimo y favorece la concentración.
Está comprobado que cuidar plantas reduce el estrés, estabiliza el ritmo cardíaco y mejora la toma de decisiones bajo presión —algo crucial en situaciones de supervivencia.

Cómo conservar y reproducir plantas de supervivencia
El verdadero poder de un huerto urbano de supervivencia está en su continuidad.

Herramientas recomendadas para cultivar plantas de supervivencia
A la hora de cultivar plantas para la supervivencia, has de contar con herramientas que aseguren que crecen bien, fuertes y que lograrán madurar para cuando sean cosechadas.
- Kit de semillas de supervivencia (variedad resistente, no transgénica)
- Malla antiinsectos o cobertura plástica ligera
- Macetas de autorriego y compost natural
- Pulverizador manual para control de humedad
- Luz LED de cultivo para interiores
- Manual de identificación de plantas comestibles y medicinales
Cómo identificar plantas en el campo (sin confundirte y sin morir en el intento)
Saber identificar plantas en el campo no es solo una habilidad botánica, sino una cuestión de supervivencia pura y dura. Una planta puede ser tu comida o tu veneno, tu remedio o tu última cena. En entornos salvajes o de emergencia, distinguir entre una planta comestible, medicinal o tóxica puede marcar la diferencia entre sobrevivir o sufrir una intoxicación grave.
Desarrollo con información clave
Para identificar correctamente una planta, aplica el principio de las “tres observaciones”: forma, olor y entorno.
Forma y estructura
- Observa el tipo de hoja (dentada, lisa, peluda), disposición (opuestas o alternas) y si tiene espinas o pelillos.
- Las plantas venenosas suelen tener colores vivos o savia lechosa.
- Si da flor, examina la simetría, número de pétalos y color. Son rasgos clave para identificar su familia botánica.
Olor y textura
- Frota una hoja entre los dedos. Si el olor es fuerte y agradable (menta, romero, lavanda), probablemente sea aromática y segura.
- Si huele a almendra amarga o químico, ¡alerta! Puede contener cianuro natural (adelfa o ciertas semillas).
Entorno y hábitat
- Las plantas comestibles suelen crecer en zonas húmedas o semisombreadas.
- Las más peligrosas (cicuta, adelfa) prosperan en márgenes de caminos y cursos de agua.
Antes de probar cualquier planta, realiza el proceso de supervivencia denominado “Test universal de comestibilidad”. No es un test como tal, pero has de tocar, oler, rozar y probar una cantidad pequeña y esperar 8 horas. Si no hay síntomas (náusea, picor, irritación), probablemente sea segura.
Conclusión: tu refugio verde, tu seguro de vida
En un mundo incierto, las plantas para supervivencia son tu aliado más fiel. No solo te alimentan: te protegen, te curan y regeneran tu entorno. Crear un huerto estratégico es invertir en autonomía, salud y equilibrio mental.
Comienza hoy con seis especies esenciales: patata, acelga, aloe vera, romero, menta y espatifilo. Con ellas, tendrás comida, medicina y aire puro, incluso cuando el mundo se detenga.
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Preguntas frecuentes de plantas para supervivencia
Patatas, boniatos, acelgas, espinacas, legumbres y tomates cherry. Crecen rápido y aportan nutrientes esenciales.
Aloe vera, caléndula, tomillo, romero, menta y manzanilla: curan heridas, alivian fiebre y reducen el estrés.
Sí. Usa macetas, jardineras o sistemas verticales. Aromáticas y hortalizas pequeñas se adaptan muy bien a espacios reducidos.
Semillas no híbridas, fáciles de replantar: legumbres, acelgas, cebollas, hierbas y tubérculos básicos.
Con mallas, mini invernaderos o riego por goteo. Prioriza especies resistentes al calor o al frío según la zona.
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