
Saber potabilizar agua es una habilidad esencial en situaciones de emergencia, supervivencia o actividades al aire libre. El acceso a agua potable puede marcar la diferencia entre mantener la salud o exponerse a infecciones peligrosas. Cuando no tienes acceso a agua de red o sistemas seguros, conocer cómo potabilizar el agua correctamente se convierte en una prioridad.
En esta guía práctica aprenderás los métodos más efectivos para potabilizar el agua en casa, en la naturaleza o durante un apagón prolongado. Exploraremos técnicas caseras como hervir o filtrar con carbón activo, así como opciones comerciales como pastillas potabilizadoras, filtros portátiles o dispositivos de luz ultravioleta.
¿Por qué es importante potabilizar agua?
El agua es un elemento esencia para la vida y la salud de los seres vivos. Sin embargo, no toda le agua que existe en el planeta es apta para el consumo humano. Siguiendo a la OMS, más de 2 millones de personas no tienen acceso a agua potable gestionada de forma segura.
Consumir agua no apta para el consumo puede provocar enfermedades como son diarreas, tifus, cólera o hepatitis, entre otras. Estas enfermedades pueden llegar a ser mortales como son niños y personas con sistema inmune debilitado. Es más, la OMS determina que cada año mueren cerca de 1.5 millones de niños de menos de 5 años debido a enfermedades diarreicas vinculadas con el agua.
La acción de potabilizar el agua es una manera de prevenir las enfermedades antes mencionadas y garantizar así el derecho humano al agua potable. Además, potabilizar el agua nos puede ayudar a ahorrar dinero y reducir la utilización de botellas de plástico, que crean bastantes residuos y contaminan el medio ambiente.
También te puede interesar kits y accesorios de supervivencia.
Propiedades físicas del agua potable
A continuación, señalamos cómo las propiedades físicas que son ideales para conseguir purificar el agua:
Propiedad | Valor recomendado/ característica |
Color | Incoloro (índice <15 uH) |
Sabor y olor | No tiene ni olor ni sabor extraño |
Turbidez | <1 NTU (Unidad de Turbidez Nefelométrica) |
Temperatura | 10º-15º C |
pH | Entre 6.5 y 9.5 |
Conductividad eléctrica | <2.500 µS/cm a 25 °C |
Sólidos disueltos (TDS) | <1.000 mg/L |
Parámetros químicos principales
Componente | Límite máximo recomendado |
Nitratos (NO₃⁻) | 50 mg/L |
Nitritos (NO₂⁻) | 0,5 mg/L |
Amonio (NH₄⁺) | 0,5 mg/L |
Cloruros (Cl⁻) | 250 mg/L |
Sulfatos (SO₄²⁻) | 250 mg/L |
Fluoruros (F⁻) | 1,5 mg/L |
Calcio (Ca²⁺) | 100–200 mg/L (depende de la dureza) |
Magnesio (Mg²⁺) | 20–50 mg/L |
Sodio (Na⁺) | 200 mg/L |
Hierro (Fe) | 0,2 mg/L |
Manganeso (Mn) | 0,05 mg/L |
Plomo (Pb) | 0,01 mg/L |
Cobre (Cu) | 2 mg/L |
Zinc (Zn) | 5 mg/L |
Arsénico (As) | 0,01 mg/L |
Mercurio (Hg) | 0,001 mg/L |
Microbiología (por seguridad sanitaria)
Dentro de la microbiología tenemos bacterias y otros microorganismos que pueden estar presentes en el agua. Algunos pueden ser beneficiosos, pero otros son supervinecesario su tratamiento para no provocar enfermedades:
Parámetro | Requisito |
E. coli / coliformes fecales | 0 UFC/100 mL |
Bacterias aerobias a 22 °C | < 100 UFC/mL |
Enterococos intestinales | 0 UFC/100 mL |
Además de lo ya expuesto, has de tener presente que el agua potable no ha de contener contaminantes químicos como son pesticidas o hidrocarburos con cantidades superiores a los valores permitidos. Así mismo, estos límites pueden variar en función de los países y organizaciones como la OMS o la UE.
Potabilizar agua: Tipos de agua no potable
En caso de supervivencia o emergencia, o cuando no hay una red segura de agua potable, es esencial conocer los diferentes tipos de agua no potable que te podrías encontrar en tu entorno. Aunque algunos recursos hídricos pueden parecer limpios a simple vista, la verdad es que puede contener patógenos, metales pesados o contaminantes químicos que no se ven. Conocer sus características te puede ayudar a determinar los riesgos y aplicar los métodos de potabilizar el agua correctos antes de consumir esta agua. A continuación, analizamos la tipología de agua más común que puedes encontrar a tu alrededor.
Agua de lluvia
El agua es una de las fuentes más puras y accesibles en la naturaleza, aunque no siempre es segura para el consumo directo. En su caída puede arrastrar partículas de contaminación del aire como polvo tóxico, metales pesados o sustancias químicas.
Además, si se recoge en superficies sucias como son canalones sin mantenimiento o tejados, el riesgo de contaminación es superior. Aunque suele estar libre de microorganismos si se recoge correctamente, es aconsejable filtrarla y desinfectarla antes de consumirla. Puede ser una excelente fuente de agua si se almacena adecuadamente en recipientes limpios y cerrados.
Agua de ríos, lagos o arroyos
Las fuentes naturales como ríos, lagos y arroyos suelen parecer limpias, sobre todo en zonas montañosas, pero son potenciales focos de contaminación. En ellas pueden encontrarse bacterias, virus, protozoos como Giardia o Cryptosporidium, así como restos orgánicos, excrementos de animales o incluso vertidos industriales.
El movimiento del agua no garantiza su seguridad. Es esencial aplicar un proceso de filtrado para eliminar partículas y luego una desinfección (por ebullición, pastillas o purificadores) antes de beberla. Este tipo de agua es comúnmente usada en supervivencia, pero nunca debe consumirse sin tratar adecuadamente.
Agua estancada o de pozos antiguos
El agua estancada (pozos sin mantenimiento) presenta uno de los mayores riesgos sanitarios. La falta de circulación convierte estas aguas en caldos de cultivo para insectos, larvas, bacterias y virus. Puede tener un color verdoso, mal olor o turbidez visible, señales claras de contaminación biológica. En el caso de pozos, si no han sido limpiados, analizados o sellados correctamente, pueden contener pesticidas, restos fecales o metales pesados del subsuelo. Esta agua nunca debe consumirse sin un tratamiento exhaustivo mediante filtrado, ebullición y análisis previo.
Agua urbana tras un desastre
Cuando ocurre un desastre natural (inundación, terremoto, apagón, etc.), el agua que fluye por los grifos o cañerías puede estar contaminada. Las infraestructuras hídricas pueden haber sufrido daños, provocando la mezcla de aguas residuales con agua potable. Además, si se interrumpe el suministro eléctrico, es posible que los sistemas de potabilización municipal no funcionen correctamente. Incluso si el agua se ve clara, puede portar bacterias como E. coli, productos químicos o metales pesados. En estos casos, debe tratarse como potencialmente peligrosa y potabilizarse con métodos adecuados.
Potabilizar agua: ¿Qué contaminantes puede tener el agua no potable?
Antes de potabilizar el agua, es fundamental entender qué tipo de contaminantes puede contener. No toda el agua que parece limpia es segura: ser incolora, inodora y cristalina no garantiza que esté libre de microorganismos o sustancias peligrosas. Estos contaminantes pueden clasificarse en cuatro grandes grupos: biológicos, químicos, físicos y radiactivos.

1. Contaminantes biológicos
Son los más peligrosos en situaciones de supervivencia o emergencias, ya que pueden causar enfermedades graves en muy poco tiempo. Incluyen:
- Bacterias (E. coli, Salmonella, Shigella o cólera). Se transmiten por contacto con heces o restos orgánicos.
- Virus (norovirus, rotavirus o hepatitis A). Son muy resistentes y difíciles de eliminar sin métodos potentes como ebullición o desinfección química.
- Parásitos (Giardia lamblia o Cryptosporidium). Se pueden encontrar en ríos, arroyos y aguas estancadas.
2. Contaminantes químicos
Pueden proceder de la actividad industrial, agrícola o doméstica. Son más comunes en zonas urbanas o cerca de explotaciones ganaderas o fábricas. Entre ellos destacan:
- Metales pesados: como plomo, mercurio, arsénico o cadmio. Pueden acumularse en el organismo y provocar daños neurológicos, hepáticos o incluso cáncer.
- Pesticidas y fertilizantes: utilizados en la agricultura intensiva, se filtran en ríos, pozos y acuíferos.
- Detergentes y productos domésticos: aguas residuales que contienen químicos como fosfatos, cloro o amoníaco.
3. Contaminantes físicos
Son partículas sólidas visibles o microscópicas que alteran el aspecto o la textura del agua. Aunque no siempre son peligrosos en sí mismos, dificultan los procesos de desinfección y pueden ser portadores de otros contaminantes. Incluyen:
- Turbidez: partículas en suspensión como arena, barro o arcilla.
- Materia orgánica: hojas en descomposición, ramas, residuos vegetales.
- Sedimentos: especialmente comunes en aguas de lluvia recolectadas o ríos con fuerte corriente.
4. Contaminantes radiactivos (menos comunes)
Aunque son poco habituales, pueden encontrarse en ciertas regiones con actividad minera o zonas afectadas por accidentes nucleares. Elementos como el radón o el uranio pueden infiltrarse en acuíferos subterráneos.
Detalles a tener en cuenta antes de potabilizar agua
Antes de potabilizar agua, considera tener agua almacenada en una cantidad suficiente para, al menos, 3 días. Una persona al día consume cerca de 2 litros de agua al día, por lo que puedes hacer la equivalencia de agua necesaria si vives con más personas. El agua embotellada es la mejor opción para el consumo en caso de emergencia.
Además, existen en el mercado productos que ayudan a potabilizar el agua. UNICEF, por ejemplo, ha hecho un análisis de los más importantes y ha creado una tabla donde se evalúan los componentes más importantes para la potabilización del agua. Muchos de estos productos son utilizados en la actualidad en países sin desarrollo y que no tienen un acceso seguro al agua potable.

Si quieres llenar tus propios recipientes de agua para potabilizar agua:
1. Recolecta agua de una fuente segura.
- Usa recipientes bien lavados (botellas, garrafones, bidones, etc.), y con cierre hermético, sino tendrás que crear los cierres. Nunca utilices recipientes donde se hayan guardado sustancias tóxicas previamente (pesticidas, químicos, etc.).
- Por cada litro agrega 2 gotas de cloro de uso doméstico (lejía) para su almacenamiento.
- Cambia el agua almacenada cada 5-6 meses.
Ubica fuentes de agua en una situación de emergencia
Ubica el agua de ríos u otras fuentes de agua cercanas, como son tuberías o tanques de agua. Utiliza el agua que está fluyendo, ya que el agua estancada o quieta puede contener patógenos, microorganismos o parásitos. Sea cual sea la fuente, trata el agua con un sistema de potabilización antes de consumirla.
Revisa las características del agua
No bebas el agua que tiene material que flota, de color u oscuro o que tenga un olor dudoso. Si el agua está turbia o tiene tonalidades verdosas u oscura, eso podría complicar el proceso de potabilizar el agua.
Procesos para potabilizar agua
Los procesos que se realizan para purificar el agua pueden ayudarte a beber agua cuando lo necesites. Existen tanto procesos caseros como comerciales para lograr beber agua potable de una forma sana. Así mismo, cada proceso puede venir mejor en ciertas ocasiones por encima de otros.
1. Filtración
Lo primero de todo, antes de comenzar con el proceso de potabilización, es filtrar el agua de cualquier tipo de impureza sólida que pueda contener. Para ello, puedes usar una prenda gruesa de algodón que ayude a retener las impurezas. Has de lavar la prenda antes de cada uso y puedes combinar la tela con otros materiales como carbón activo para mejorar el proceso de filtración.
Actualmente, hay métodos más sofisticados para filtrar el agua, donde se combinan filtros, elementos químicos y otros componentes para ayudar a separar el agua de las impurezas existentes.
2. Desinfección
En general, podemos encontrar varios procesos de desinfección como son la ebullición del agua, agentes desinfectantes o el carbón activo.
Ebullición
Aunque agua pueda parecer transparente tras su filtrado, esta aun puede contener bacterias y microorganismos peligrosos para la salud. Lo ideal es desinfectar el agua mediante el hervido. Lo ideal es que llegue al punto de ebullición para eliminar todo tipo de patógeno peligroso.
El agua en este proceso puede conseguir un sabor diferente por la pérdida de oxigenación. Por lo que, si quieres que desaparezca este sabor, puedes añadir un poco de sal por cada litro de agua o agitar el agua para que vuelva a oxigenarse.

Agentes desinfectantes para potabilizar agua
- Hipoclorito de sodio (Cloro doméstico). Se puede utilizar lejía de color sin olor para limpiar el agua. Es recomendable que tenga entre 6 a 8.25% de hipoclorito de sodio. No uses cloro con aroma o con limpiadores extras. Lo ideal es agregar 2 gotas de lejía por cada litro de agua y duplicar la cantidad de gotas si el agua está turbia o está muy fría. Tras colocar el cloro, mezcla y deja reposar durante 30 minutos. Si tras esto, el agua sigue teniendo color o sabor intenso, vierte el agua en otro recipiente y deja reposar varias horas antes de utilizar.

- Hipoclorito de calcio granulado (HTH). Es parecido al cloro doméstico, pero su uso debe ser con más cuidado que con el hipoclorito de sodio. Se recomienda su manipulación en una zona ventilada y con protección para los ojos. Para usarlo como agente potabilizador debes disolver 1/4 de onza de HTH granulado de alta resistencia en 2 litros de agua y mezclar hasta que las partículas se hayan disuelto.
- Yodo doméstico. Usando un cuentagotas, añade 5 gotas de yodo al 2% en cada litro de agua. SI el agua está turbia o tiene más color, aumenta la cantidad a 5-10 gotas por litro de agua. Mezcla y deja reposar durante 30 minutos.
- Tabletas para desinfección de agua. Estas tabletas contienen agentes desinfectantes y permiten potabilizar agua en función de la marca. Puede comprarlas en tiendas especializadas de deportes y farmacias y almacenarlas para un uso posterior.
Carbón activado para potabilizar agua
El carbón activado es un material con porosidad que ayuda a filtrar impurezas físicas y químicos como son cloro, pesticidas y restos orgánicos. Puedes conseguirlo tú mismo quemando madera (sin barniz ni con pintura) sin oxígeno, triturándola y activándola con vapor o salmuera.
Es un método útil para crear un sistema de filtrado casero, sobre todo cuando se combina con tela, grava y arena. Y, aunque no desinfecta por sí mismo, mejora el sabor y reduce los contaminantes químicos.
Por radiación solar (Sodis)
El método sodis es un proceso que emplea la radiación solar para matar los patógenos en el agua. Es bastante utilizado en países en vías de desarrollo que no disponen de métodos alternativos para purificar el agua.
Para aplicar el método, se usa una botella de plástico tipo PET donde se almacena el agua. Se expone el sol durante todo el día, lo que hace que el agua se caliente y, mediante los rayos UV, mueran muchos virus y bacterias que viven en el agua. Se puede potenciar la radiación UV con cajas reflectantes o usando materiales que permitan capturar con mayor facilidad la radiación del sol.
Es un método eficaz cuando la temperatura del agua y el aire son bajas, aunque solo se puede potabilizar en pequeñas cantidades, por lo que es mejor multiplicar el proceso utilizando varias botellas.
Productos comerciales para potabilizar agua: soluciones prácticas y seguras
Tener acceso a agua potable puede ser crucial en situaciones de emergencia, viajes, excursiones o simplemente como medida preventiva ante posibles cortes de suministro. Existen numerosos productos comerciales diseñados para eliminar bacterias, virus, metales pesados y otros contaminantes, garantizando agua segura para el consumo humano. Desde sistemas portátiles hasta soluciones para el hogar, la variedad se adapta a distintas necesidades. En esta sección te explicamos las principales opciones disponibles, cómo funcionan y en qué casos conviene usar cada una. Así podrás elegir el sistema de potabilización que mejor se adapte a tu entorno y a tu nivel de preparación.
Filtros portátiles para potabilizar agua: ligeros, duraderos y fáciles de usar
Los filtros portátiles como LifeStraw, Sawyer Mini o Miniwell son una de las opciones más populares en el mundo de la supervivencia y el senderismo. Su funcionamiento es simple: el agua pasa a través de una membrana o fibra hueca que atrapa bacterias, protozoos, microplásticos y sedimentos, ofreciendo agua lista para beber al instante.
Estos filtros pueden eliminar hasta el 99,9999% de bacterias como E. coli y el 99,9% de protozoos como Giardia y Cryptosporidium. No requieren productos químicos ni energía, lo que los convierte en herramientas muy fiables para entornos naturales o situaciones de emergencia. Algunos modelos permiten acoplarse directamente a una botella o bolsa de hidratación, lo que facilita su uso en marcha.
Son ideales para mochilas de 72 horas, excursiones, travesías o cualquier kit de emergencia. Además, su mantenimiento es sencillo: basta con realizar un contralavado con agua limpia para alargar su vida útil. El Sawyer Mini, por ejemplo, puede filtrar hasta 378.000 litros si se cuida adecuadamente.
En resumen, los filtros portátiles son asequibles, seguros y compactos. Toda persona que practique actividades al aire libre o desee prepararse para una emergencia debería tener al menos uno disponible.
Purificadores UV: la tecnología invisible contra virus y bacterias
Los purificadores de agua por luz ultravioleta (UV) utilizan radiación para inactivar microorganismos patógenos como bacterias, virus y protozoos. A diferencia de los filtros físicos, estos dispositivos no retienen los patógenos, sino que destruyen su ADN para que no puedan reproducirse.
Uno de los modelos más conocidos es SteriPEN, un pequeño dispositivo que se introduce en una botella de agua. Tras unos segundos de exposición (normalmente 60 a 90 segundos), el agua es segura para el consumo. La principal ventaja es que elimina virus, algo que los filtros estándar no siempre logran.
Eso sí, estos sistemas requieren baterías o carga USB, por lo que es imprescindible contar con energía disponible o baterías de repuesto. Además, no eliminan partículas sólidas ni productos químicos, por lo que se recomienda usar agua clara o combinarlo con otros métodos.
Son excelentes para viajeros internacionales, mochileros y situaciones donde se sospeche presencia de virus (como en zonas tropicales o tras desastres naturales). Su uso es muy intuitivo y no altera el sabor del agua, lo cual es una ventaja frente a las pastillas cloradas.
En resumen: los purificadores UV son una excelente segunda capa de seguridad microbiológica, especialmente en combinación con filtrado físico previo.
Sistemas de ósmosis inversa para potabilizar agua
La ósmosis inversa es uno de los métodos más eficaces para potabilizar agua, ya que elimina una amplia gama de contaminantes: desde bacterias y virus hasta metales pesados, pesticidas, sales disueltas y compuestos químicos como el cloro o los nitratos. Aunque normalmente se asocia con grandes sistemas domésticos, hoy existen versiones portátiles ideales para preppers y situaciones de emergencia.
Estos sistemas funcionan haciendo pasar el agua a través de una membrana semipermeable que solo deja pasar las moléculas de agua pura. Requieren presión o energía manual (por bombeo) para funcionar, y suelen venir acompañados de prefiltros y cartuchos de carbón activado.
Modelos como el HydroBlu Pressurized RO o el Survivor Filter PRO X ofrecen soluciones compactas y de alta capacidad, ideales para grupos familiares o personas que necesiten agua ultra pura en zonas altamente contaminadas.
Su principal inconveniente es el precio y el tamaño, ya que suelen ser más caros que otros métodos. Sin embargo, la inversión compensa si buscas agua segura frente a químicos, metales y patógenos al mismo tiempo.
Son recomendables para hogares donde el agua es de pozo o está contaminada, o para preparar reservas de agua segura a largo plazo. Si buscas la máxima seguridad, esta es tu opción.
Jarras filtrantes de carbón activado
Las jarras filtrantes con cartuchos de carbón activado son una opción muy popular en entornos urbanos. No requieren instalación, son económicas y mejoran tanto el sabor como la seguridad del agua del grifo. Estas jarras eliminan cloro, sedimentos, algunos metales pesados como el plomo y compuestos orgánicos volátiles (COVs).
Marcas como Brita, ZeroWater o Laica ofrecen modelos de distintos tamaños, con filtros que suelen durar entre 30 y 60 días dependiendo del uso. Algunas incluso cuentan con indicadores de reemplazo y cartuchos de varias etapas que mejoran su capacidad de filtración.
Son ideales para ciudades con agua potable de dudosa calidad, especialmente en edificios antiguos o zonas donde el agua del grifo tiene mal sabor, olor o color. También son útiles durante cortes de suministro, si se dispone de agua almacenada, pero se desea un filtrado extra.
Eso sí, estas jarras no eliminan virus ni bacterias, por lo que no deben usarse con agua completamente no tratada o de origen natural. Funcionan mejor como método complementario en el hogar.
En definitiva, son una solución accesible y eficiente para el día a día, y también pueden formar parte de una estrategia de preparación más amplia.
Conclusiones para potabilizar agua
Conocer los distintos métodos para potabilizar agua puede ayudar a prevenir distintos problemas de salud que se hacen mayormente presentes en situaciones de emergencia, tener en cuenta que hacer en ese tipo de situaciones no solo puede salvarnos la vida, sino también nos permite responder ante una situación de riesgo y cuidar de nuestros seres queridos.
Aprender a hacerlo con métodos caseros y conocer las mejores herramientas comerciales es esencial si quieres ser más autosuficiente. No esperes a una emergencia: practica, infórmate y ten siempre un plan para acceder a agua segura.
En resumen:
- El agua, para ser bebida de forma segura, necesita un proceso de purificación.
- Existen métodos caseros y comerciales para potabilizar el agua.
- Todo tipo de agua es susceptible de potabilizar, aunque hay que utilizar métodos eficaces y seguros.
Preguntas frecuentes de potabilizar agua
¿Qué es lo primero que debo hacer si encuentro agua sospechosa?
Filtrar los residuos visibles con tela o filtro improvisado, luego potabilizar mediante ebullición o químicos.
¿Puedo beber agua de lluvia directamente?
Solo si se ha recogido correctamente y no ha estado expuesta a contaminantes. Lo ideal es filtrarla y desinfectarla.
¿Cuál es el mejor método si no tengo fuego ni pastillas?
La luz solar (SODIS) en botellas PET puede ser una solución de emergencia eficaz.
¿Los filtros comerciales eliminan todo?
Depende del modelo. Algunos solo filtran bacterias, otros también virus y químicos. Consulta siempre las especificaciones.
Descubre más desde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.